La Fisioterapia de Suelo Pélvico o, más exactamente, la "Fisioterapia en Pelviperineología, Coloproctología y Obstetricia", ofrece solución a diferentes problemas relacionados con la zona abdominal, pélvica y genital, que provoca patologías y disfunciones de tipo urinario, fecal y sexual.
La patología de Suelo Pélvico afecta, aunque en diferente medida, a hombres, mujeres y niños y, en la mayoría de los casos, existe tratamiento que pueda solucionar o, al menos, mejorar el problema.
Es relativamente frecuente que aparezcan problemas de Suelo Pélvico a consecuencia del embarazo, parto y menopausia, pero también es habitual tras cirugías abdominales o pélvicas (prostatectomías, fístulas anales, histerectomías, prolapsos...) y, cada vez más, como consecuencia de deportes de impacto en los que no se ha tenido en cuenta la preparación del Suelo Pélvico.
En FisioElena, trabajamos en el ámbito del Suelo Pélvico desde el año 2015. Desde entonces, muchos pacientes han mejorado su estado físico, social y emocional al tratar sus problemas de Suelo Pélvico.
Patologías relacionadas con el Suelo Pélvico:
- Urinarias: Son todas las relacionadas con la micción. En la mayor parte de los casos el problema es la incontinencia, que puede ser ante los esfuerzos (al toser, reír, estornudar, levantar un peso, hacer deporte...), o de urgencia (es esa sensación de "no llego al baño" y puede ser que haya escape o no); en ocasiones, la incontinencia es mixta y otras veces, no llega a haber incontinencia (no hay escape), pero sí una necesidad constante y compulsiva de ir a orinar. En otros casos, el problema es el contrario, la dificultad para miccionar. Los motivos, tanto de unas como de otras, son muy diversos, se puede deber a prolapsos (la vejiga, el recto o el útero "se descuelgan", provocando alteraciones en la micción), a cirugías, a problemas musculares (tanto de debilidad como de exceso de tensión), al embarazo y parto, a la menopausia, a alteraciones posturales o, simplemente, a malas costumbres que hayamos adquirido.
- Fecales: Son las relacionadas con las heces y los gases y engloba tanto los problemas de incontinencia (fecal y gaseosa) como las situaciones de estreñimiento crónico. En estos casos, la alimentación es fundamental, pero, en muchas ocasiones, también influye el estado del Suelo Pélvico (por los mismos antecedentes que hemos hablado en los problemas urinarios), así como los hábitos, tanto en las posiciones que adoptamos (higiene postural), como en nuestra vida diaria (ritmo de vida, horarios, "prisas" y "falta de tiempo", estrés, exceso o déficit de actividad...).
- Sexuales: Son los problemas que pueden aparecer antes, durante o después de las relaciones sexuales. Son la "dispareunia" (dolor en las relaciones), "anorgasmia" (dificultad o imposibilidad de obtener placer durante las relaciones), "vaginismo" (dificultad o imposibilidad de penetración por cierre total o parcial de la vagina), "eyaculación precoz" (pérdida del control de la eyaculación, que hace que ésta se produzca de forma rápida), "disfunción eréctil" (dificultad o imposibilidad de alcanzar o mantener una erección), "incontinencias" (escapes de orina o de heces durante las relaciones sexuales)... Estos problemas en ocasiones tienen factores hormonales que habrá que tratar con la medicación correspondiente; pero también pueden tener, en muchas ocasiones un origen psíquico o físico o una mezcla de ambos; por tanto muchos de ellos se podrán tratar con Fisioterapia, Psicología o ambas. En cada caso, tendremos que averiguar cuál es el origen del problema para poder enfocar el tratamiento de la forma más efectiva posible.
- Otras:
- Prolapsos: Es el desplazamiento de un órgano que "se sale de su sitio". El Prolapso puede ser anterior (cistocele: es la vejiga la que "sale" fuera de su sitio), medio (normalmente es el útero el que se desplaza, provocando un histerocele, pero en algunos casos, puede ser el intestino delgado o la propia vagina, en los casos de histerectomía) o posterior (rectocele, en el que el recto es el que se desplaza, empujando hacia la pared vaginal). Influyen la edad (caída de estrógenos en la menopausia), embarazos, partos o cualquier situación que provoque un gran aumento de presión abdominal (estreñimiento crónico, toses crónicas, deportes de impacto descontrolados...) o algunas cirugías. Cuando se producen, aparecen diversos síntomas a nivel de Suelo Pélvico, incluida la sensación de "presión" en la zona vaginal, en la que podemos incluso ver un "bulto" (que es la víscera descolocada), dolor, infecciones de repetición, dificultad miccional, incontinencia urinaria, problemas defecatorios...
- Dolor Pélvico Crónico: Es un conjunto de síntomas muy diversos (espontáneos o provocados, cíclicos o aleatorios...), que pueden estar provocados por múltiples causas y con diferentes orígenes. Afectan fundamentalmente a la esfera abdomino - lumbo - pélvica y su evolución es de, al menos, 6 meses. En muchas ocasiones, el tratamiento es multidisciplinar, ya que este dolor puede provocar alteraciones a nivel emocional (por la dificultad en el diagnóstico, el tiempo de evolución, la gran cantidad de especialistas que suele haber visitado...). Es un problema complejo en el que hay que intervenir desde diferentes enfoques, en el que el tratamiento del Suelo Pélvico será uno de los puntos a tener en cuenta.
- Alteraciones menstruales: Los dolores menstruales se pueden producir por alteraciones estructurales (endometriosis, ovarios poliquísticos...), por contracciones intensas (sobre todo en mujeres que no han dado a luz, en las que el cuello del útero está más cerrado y el útero tiene que realizar contracciones más intensas para expulsar el endometrio). Pero en muchas ocasiones, el dolor menstrual se debe a malas posiciones del útero o a adherencias que hacen que éste no se mueva del todo bien; esto provoca que, durante las contracciones menstruales, en algunas zonas se produzca una tracción excesiva que provoca dolor. En este último caso, los cólicos menstruales pueden mejorar si conseguimos una mejor posición y movilidad uterina.
- Problemas de fertilidad: La dificultad para la concepción se puede deber a múltiples factores (tanto masculinos como femeninos) y, con mucha frecuencia, confluyen varios de ellos. Uno de estos factores puede ser la malposición del útero o la limitación en la movilidad de éste, imprescindible para la concepción. Con el tratamiento de Suelo Pélvico podemos influir sobre esta posición y movilidad.
Normalmente, las alteraciones del Suelo Pélvico, suelen estar asociadas entre sí. Por ejemplo, cuando hay un prolapso, es frecuente que exista algún problema de incontinencia, algún tipo de dolor y / o alguna alteración a nivel sexual.
Formas de tratar el Suelo Pélvico en Fisioterapia:
En FisioElena utilizamos diferentes técnicas para tratar los diferentes problemas que pueden aparecer en el Suelo Pélvico.
- Terapia Manual: En el Suelo Pélvico y zona pelviperineal en general, trabajamos de forma manual, tanto interna (vaginal o rectal, para trabajar la musculatura interna, la movilización de los órganos, relajación de tejidos blandos, drenaje linfático manual intravaginal...) como externamente (masaje de musculatura externa, movilización articular, técnicas fasciales...), Al trabajar mediante terapia manual, podemos hacer una valoración mucho más clara del estado de los tejidos, de la capacidad de contracción y de relajación, la movilidad... Además, el hecho de trabajar con las manos, nos permite controlar mejor las sensaciones del paciente, de tal forma que el tratamiento sea indoloro y totalmente adaptado a la necesidad de cada momento.
- Biofeedback: El biofeedback o "biorretroalimentación" es una técnica de "autocontrol" que se basa en dar al paciente información constante y precisa sobre lo que sucede en su cuerpo mientras estamos trabajando y, de esta manera, al ser el cerebro "consciente" de lo que está sucediendo, aprende a responder en consecuencia. Además, los diferentes tipos de biofeedback, nos dan información objetiva que nos permite evaluar la evolución en el tratamiento. En todos los casos, el paciente ve, a través de alguna pantalla, las imágenes o parámetros que recoge. En FisioElena utilizamos tres tipos de biofeedback:
- Biofeedback ecográfico: Colocamos un ecógrafo en la entrada de la vagina o del ano o en el abdomen para ver cómo se contraen los músculos o cómo se mueven los órganos. Al tener una imagen visual, en movimiento, de "lo que está pasando dentro de nosotros", somos capaces de determinar si estamos contrayendo o relajando un músculo, si estamos empujando "hacia dentro o hacia fuera" o si los órganos se mueven o no y si lo hacen en la dirección correcta. El hecho de ser consciente de esto, nos permite saber "si lo estamos haciendo bien o no", o con qué intensidad o número de repeticiones tendremos que trabajar en casa.
- Biofeedback de electromiografía: En este caso, se colocan electrodos que recogen la actividad eléctrica de los músculos. Los electrodos pueden ser internos (vaginales o rectales) o externos y, en ambos casos, nos permite saber con qué intensidad estamos contrayendo estos músculos, si somos o no capaces de relajarlos totalmente, la velocidad a la que se contrae y relajan y si, realmente, estamos trabajando con los músculos correctos.
- Biofeedback de presión: En este biofeedback utilizamos una sonda de presión vaginal o rectal que nos permite saber la cantidad de presión que somos capaces de ejercer o si estamos "apretando demasiado" y no somos capaces de relajar del todo.
- Electroterapia: Se puede aplicar de forma interna (intravaginal o rectal), o externa (en la zona externa del periné). Se utiliza para relajar y aliviar el dolor (tipo TENS), para potenciar la musculatura del Suelo Pélvico (sobre todo en los casos en los que la fuerza es tan escasa, que prácticamente el paciente no es capaz de contraer casi nada por sí solo), tiene una función propioceptiva (lo utilizamos para "aprender a sentir", en aquellos pacientes que por alteraciones o, simplemente por desconocimiento, no son capaces de "identificar" esta zona y "no saben lo que tienen que notar"). Otro objetivo de la electroterapia en el Suelo Pélvico es la "Estimulación del Nervio Tibial Posterior" (a través de la estimulación de este nervio en un punto concreto de la pierna, se puede conseguir mejorar la incontinencia urinaria, sobre todo de "urgencia"); además, el punto de estimulación del Tibial Posterior, coincide con el punto de acupuntura que la Medicina Tradicional China describe para este mismo fin (tratamiento de la incontinencia urinaria y fecal).
- Acupuntura: La acupuntura, como técnica cuyo fin es equilibrar el organismo, puede ser una buena elección para problemas menstruales (dismenorrea), como complemento en los tratamientos de fertilidad, para mejorar algunos aspectos del embarazo (náuseas, vómitos, inducción del parto...) y también para dolores crónicos, además del mencionado punto de estimulación del Tibial Posterior para la incontinencia urinaria de urgencia.
- Punción Seca: En la musculatura del Suelo Pélvico y zonas cercanas, también pueden aparecer PGM (Puntos Gatillo Miofasciales), sobre todo en músculos como el Piramidal (en la zona del glúteo), el Psoas Ilíaco (cerca de la ingle), los Obturadores (por la parte baja de la nalga)... La punción seca, en estos casos, es una buena opción de tratamiento.
- Ejercicio activo: Podemos realizar ejercicios físicos para trabajar, directa o indirectamente sobre el Suelo Pélvico. Con los Ejercicios de Kegel, hacemos ejercicios de contracción directa del Suelo Pélvico. Con los Ejercicios respiratorios, trabajaremos sobre el diafragma (para potenciarlo, relajarlo, "aprender a utilizarlo"...). Con Pilates, Técnicas Hipopresivas y Trabajo abdominal activo, incidiremos más específicamente sobre la musculatura abdominal (sobre todo el Transverso Abdominal, aunque también trabajaremos el Diagrama y el Suelo Pélvico).
- Pautas conductuales: Existen muchos "pequeños detalles" de nuestro día a día que, si realizamos de forma correcta, nos ayudarán a mejorar la salud de nuestro Suelo Pélvico o a prevenir posibles problemas. Adoptar una buena posición miccional y defecatoria y buena postura en general, evitar micciones innecesarias (cuidado con los "pises de precaución") o llevar una buena alimentación, prevendrán problemas de incontinencia. Hacer un diario miccional nos dará mucha información sobre si nuestra situación miccional es correcta, excesiva o deficitaria. Además, es importante observarnos para ver si existe algún problema y, en cuanto detectemos cualquier alteración, tengamos el más mínimo problema o, simplemente, sospecha de ello, es conveniente acudir a tratamiento o, al menos, hacer una valoración del Suelo Pélvico.
Si tienes cualquier problema relacionado con tu Suelo Pélvico, si tienes dudas de si podrías tenerlo o, simplemente notas "algo" que "no es normal" y no sabes dónde acudir, consúltanos. Intentaremos dar solución a tu problema y, si no podemos, intentaremos asesorarte sobre el profesional que te puede ayudar.
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